miércoles, 10 de agosto de 2011

-¿No es gracioso? +¿De qué te ríes? ¿Qué es tan gracioso? -¡Todo! ¿No lo ves? Es gracioso que me pregunes sonriendo, es gracioso que yo hubiera estado a punto de tirar la toalla instantes antes de conocerte y que tú salieras como de la nada, con tu sonrisa, tu puta sonrisa que me encanta, con tus miles de horas de conversación y tus tonterias. Es gracioso la manera en que apareciste y conseguiste hacerme olvidar todo. +Eso que has dicho es precioso, pero no creo que lo hayas dicho en serio. -¿Por qué? +Porque yo no he hecho nada. -¿Qué no? ¿Quieres saber realmente lo que has hecho? +Sí. -Existir.

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