Orgullo.

Sí, eso que nos falta muchas veces y que nos sobra muchas otras.
Yo suelo ser de las primeras, gran defecto.
Me falta ese orgullo que debo tener para no estar a los pies de alguien que no se lo merece.
Siempre me falta ese orgullo que muchas veces hace que te sientas en un lugar muy por debajo del suelo. Esa falta hace que te sientas pequeña, incluso insignificante para esa persona que tanto te importa. Y es que, a veces, piensas que si tuvieras un poco más de ese orgullo, le gustarías más pero no importa porque tú eres así y no lo puedes cambiar.
Siempre intentas ser más orgullosa pero pocas veces lo consigues y cuando lo haces siempre terminas volviendo atrás, al mismo sitio donde te encontrabas en un principio.
Se intenta que un poco de orgullo crezca en tí, y así, poder pasar de todo un poco.
Pero solo se intenta porque yo, por lo menos, nunca lo consigo.